lunes, 9 de abril de 2007

ESTANCIA TERCERA

1 Innumerables son los Shastras y largo tiempo se necesita para comprender su real significado. La vida es breve y muchos los obstáculos. Así es que la inteligencia sólo puede entender el verdadero significado de los Shastras, como el Hamsa (1) separa la leche de su mezcla con el agua.
Los Puranas, los Bharantam, los Vedas y otros varios Shastras, la esposa, los hijos y la familia, son verdaderamente otros tantos estorbos en el sendero de la práctica del Yoga (2).
3 Si desearas conocerlo todo por tu propia experiencia y tomas esto por el verdadero saber, entonces fracasarías en el conocimiento del verdadero fin de los Shastras, aunque más de mil años vivieras.
Considera que la vida es muy incierta y trata tan sólo de conocer al indestructible Sat. Desdeña la innecesaria lectura de libros y adora a la Verdad.
5 Entre todas las tentadoras solicitaciones de este mundo, propende con más concupiscencia el hombre al placer del gusto y al sexual deleite. Si pudieras sobreponerte a uno y otro, ¿qué necesidad tendrías de este mundo? (3).
Los ríos sagrados no son sino agua, y los ídolos que se adoran no son sino piedra, metal o tierra. Los yoguis ni se bañan en aquéllos ni adoran a éstos, porque en lo íntimo de su ser están los lugares sagrados y la síntesis de toda imagen látrica.
7 El fuego (4) es el dios de los iniciados que ofrecen sacrificios; los Munis llaman su dios al Atma que dentro de ellos reside; el vulgo adora las imágenes; pero los yoguis por doquiera ven igualmente a Brahma: en el fuego, en su ser, en los ídolos y en todas partes.
Así como un ciego no puede ver el sol que ilumina al mundo entero, tampoco el ciego de entendimiento, el ciego de espíritu, puede percibir la Omnipresente y Eterna Paz que envuelve el universo entero.
9 Doquiera que se posa la mente de quien conoce los Tattwas, allí ve el Paramatma, porque todo y toda cosa está llena del Único Brahma.
Así como es posible observar el cielo brillante y sereno con todo su panorama de formas, nombres y colores, del mismo modo quien es capaz de realizar la idea de "Yo soy Brahma " a pesar de toda forma, nombre y color sólo puede ver el Eterno Paramatma.
11 Durante la meditación ha de contemplar el yogui que "Soy el universo entero", y de esta manera, con los ojos de su conocimiento, verá aquel Paramatma, la Morada de Suprema Bienaventuranza. En tanto piense en el Akasha y con él se identifique, considerará al Omnipenetrante Paramatma como el Akasha mismo; porque la Gran Sutil Paroducción desde el Portal de Moksha, la Morada de Nirvana, el Eterno Paramatma reside en el corazón de todos los Jivas en forma de Rayo de Conocimiento (5). Este Paramatma ha de ser reconocido como Brahmatma por los yoguis conocedores del Paramatma.
Quien ha llegado a ser capaz de identificarse con el universo entero, con el Único Brahma evita cuidadosamente el deseo de alimentarse con manjares groseros (6) ni tampoco se entrega a los afanes mercantiles (7).
13 Sagrado como Prayaga y Naisnisharanya y el campo de Kurú, llega a ser el sitio en donde el yogui se posa durante un segundo y aun durante medio instante; porque el pensamiento de Espiritualidad por un breve momento es muchísimo más eficaz que mil millones de sacrificios.
El yogui que no considera el universo como cosa alguna sino como el Único Brahma, extingue a la vez la virtud y el vicio, y por lo tanto, no hay para él ni amigo ni enemigo ni prosperidad ni miseria ni ganancia ni pérdida ni bien ni mal ni honra ni infamia ni alabanza ni vituperio. Todo le llega a ser lo mismo.
15 Cuando una capa remendada y con cien agujeros sea capaz de preservar del calor en verano y del frío en invierno; entonces le serán necesarias las riquezas a un hombre cuyo corazón esté entregado al culto de Keshava.
¡Oh Arjuna! El yogui no debe pensar en lo que atañe a la manutención de su cuerpo; y aunque tal pensamiento le acometa, tan sólo de limosna ha de mantener el cuerpo y con ropas de caridad abrigarlo del frío. Piedras y diamantes, las verdes hierbas, el arroz basto y todas las cosas de este mundo tienen igual valor para el yogui.
17 ¡Oh Arjuna! El que no codicia materiales bienes, jamás vuelve a renacer en este mundo.


PAZ A TODOS LOS SERES

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